24 de noviembre de 2013

"No os dejéis robar la esperanza"



Comunicado final de las XIX Jornadas Generales de Pastoral Obrera

Bajo el lema “No os dejéis robar la esperanza” se han celebrado, en Ávila, los días 16 y 17 de noviembre, las decimonovenas Jornadas Generales de Pastoral Obrera, que organiza el Departamento de Pastoral Obrera de la CEAS, presidido por Mons. Antonio Algora Hernando, Obispo prior de Ciudad Real, con asistencia de delegaciones y secretariados diocesanos de pastoral obrera de 40 diócesis, y participación de los Movimientos Apostólicos Obreros. Hemos contado con la presencia y las palabras de ánimo de Mons. Jesús García Burillo, Obispo de Ávila.

Constatamos que el desempleo, las condiciones indignas de trabajo, y la falta de esperanza asociada a esta larga crisis, generan precariedad y vulnerabilidad no solo laboral, sino precariedad vital. Nuestra sociedad es una sociedad fracturada, que genera exclusión, que deshumaniza, porque ha puesto al dinero en el centro de la vida económica, social y política. Nuestra sociedad ha olvidado que la persona es siempre lo primero, y que sólo el servicio al bien común de toda la persona y de todas las personas legitima la acción política y el dinamismo económico.[1] Y constatamos que esta situación es fruto de la acción interesada de poderes financieros, económicos y políticos, cuya acción inhumana hemos de seguir denunciando, por ser contraria al Evangelio.

Constatamos que la precariedad afecta no solo a las personas individualmente consideradas, sino a las familias enteras, a los niños y jóvenes, a los mayores, y a la misma estructura de la convivencia social. El deterioro humano que el desempleo creciente y la precariedad constante van generando clama ante el Dios de la Vida. Donde no hay trabajo, falta la dignidad. No podemos seguir recorriendo esos caminos. En nombre de Dios pedimos, como clamaba recientemente el Papa Francisco: ¡trabajo, trabajo, trabajo! [2]

Como miembros de la Iglesia somos conscientes de la necesidad de seguir reivindicando un trabajo decente para todos que sea expresión de la dignidad esencial de todo hombre o mujer: un trabajo libremente elegido, que asocie efectivamente a los trabajadores, hombres y mujeres, al desarrollo de su comunidad; un trabajo que, de este modo, haga que los trabajadores sean respetados, evitando toda discriminación; un trabajo que permita satisfacer las necesidades de las familias y escolarizar a los hijos sin que se vean obligados a trabajar; un trabajo que consienta a los trabajadores organizarse libremente y hacer oír su voz; un trabajo que deje espacio para reencontrarse adecuadamente con las propias raíces en el ámbito personal, familiar y espiritual; un trabajo que asegure una condición digna a los trabajadores que llegan a la jubilación.[3] (CV 63) Nuestra sociedad debe buscar caminos para hacer posible un trabajo humano digno para todas las personas.

Queremos reconocer, valorar, y agradecer cuantos esfuerzos de solidaridad y humanización, y en pro de estructuras políticas y económicas más justas van surgiendo en nuestro mundo, y a cuantas personas –creyentes o no- hacen de la solidaridad con los últimos y de la lucha por la justicia, su camino de vida.


[1] Cfr. CDSI 398. Cfr. Papa Francisco, Viaje pastoral a Cagliari, Encuentro con el mundo del trabajo 22.09.2013; Discurso 03.10.2013 en el aniversario de Pacem in Terri;, y Discurso 25.05.2013 a la Fundación Centessimus Annus.
[2] Papa Francisco. Viaje pastoral a Cagliari. Encuentro con el mundo del trabajo 22.09.2013
[3]ritas in Veritate 63

9 de noviembre de 2013

Pasos para poner rostro y esperanza en la crisis


Desde el mes de febrero de 2013, en los locales parroquiales de Nª Sra. de La Victoria se ha venido reuniendo un grupo de cristianos convocados por la Hermandad Obrera de Acción Católica (HOAC) y el Secretariado Diocesano de Pastoral Obrera de Valladolid.

Durante este tiempo han intentado conocer de primera mano cómo está afectando a las personas y a las familias la terrible crisis económica, social y ética que estamos sufriendo, compartiendo situaciones de victimas conocidas directamente. Esa realidad, además, la han mirado con las “gafas” de la Doctrina Social de la Iglesia. 

Ahora pretenden compartir sus descubrimientos con más personas mediante un comunicado que van a difundir en las parroquias de los arciprestazgos Oeste y Este de la ciudad.
Momento del Encuentro con los rostros de la crisis del pasado 18 de octubre de 2013
Una de las conclusiones, recogida en este comunicado, es que la crisis “afecta al ánimo y a las emociones de las personas, provoca baja autoestima, origina conflictos familiares, impide proyectos vitales de futuro (especialmente en los jóvenes), resta ilusión, etc.” Es decir, la crisis toca a la persona en lo más profundo de su ser. No estamos ante un problema meramente económico, sino antropológico, que llama a nuestra conciencia cristiana y nos convoca a un compromiso más allá de la asistencia (necesaria para cubrir necesidades básicas). La crisis clama justicia, y por tanto, una profunda transformación de nuestra sociedad.

Transformación que es posible, porque los participantes en este grupo han constatado también, como señalan en el comunicado, que “con la crisis aflora el espíritu solidario, refuerza los vínculos familiares y se recuperan valores humanos y humanizadores.”
Los autores del comunicado señalan que son “conscientes de que no está en nuestras manos solucionar los problemas que padecen tantas personas, pero estamos convencidos que siendo solidarios sí podemos llevar un aliento de ESPERANZA, ser una pequeña LUZ en la oscuridad y dar un poco de SAL en el camino.” Y aclaran el sentido auténtico de esa solidaridad según la Doctrina Social de la Iglesia: “Siendo solidarios recuperamos el verdadero sentido de la dignidad humana porque «practicar la solidaridad, no es un sentimiento de vaga compasión o de superficial enternecimiento por los males de tantas personas, sino la determinación firme y perseverante de conseguir el BIEN COMÚN ».

Termina el comunicado haciendo una invitación al compromiso: “Pongámonos en marcha”.

Y en marcha están. La última actividad organizada por este grupo impulsado por la HOAC y el Secretariado de Pastoral Obrera fue un ENCUENTRO CON LOS ROSTROS DE LA POBREZA, el pasado 18 de octubre, en la Parroquia de Nª Sra. de La Victoria. Erik, un inmigrante ecuatoriano, víctima de la crisis, presentó su experiencia: las condiciones de trabajo que había tenido que le impedían disfrutar de una vida familiar, los meses de trabajo sin cobrar, la imposibilidad de ser despedido para cobrar el paro, no encontrar un trabajo a pesar de su cualificación profesional y la intensa búsqueda, … Todo ello le ha llevado a cortar el proyecto familiar que quería construir en España y, con dolor, sobre todo por sus hijos, regresar a su país con la esperanza de poder volver aquí un día. 

Los siguientes pasos previstos son organizar TERTULIAS en las parroquias que muestren interés y preparar un nuevo ENCUENTRO CON LOS ROSTROS DE LA POBREZA, en este caso para mostrar que hay víctimas que han buscado alternativas.



8 de noviembre de 2013

Comunicado con motivo de la crisis

“La dignidad nos la da el trabajo y un trabajo digno” 
Papa Francisco, 1º de mayo de 2013.

 Somos un grupo de cristianos que, movidos por el Evangelio y preocupados por la realidad social y económica, tratamos de acercarnos a las personas que están sufriendo la crisis.

Queremos ponerle ROSTRO a esta situación difícil. Si tú eres una de esas personas que está pasando por esta injusta realidad o conoces a alguien. ¡Ponte en marcha!

Si tu empresa está en crisis, te encuentras en desempleo, tienes problemas para llegar a fin de mes, no sabes cómo pagar la hipoteca de tu casa, eres un inmigrante con dificultades, no puedes encender la calefacción por la carestía del gas, tienes que ayudar a los hijos con tu pensión..… eres uno de los rostros de la situación actual.

Si sufres las consecuencias de la crisis o estás preocupado por ella, que sepas que no estás sólo. Nosotros queremos estar junto a ti y nos gustaría que compartas reflexión y experiencias, y seguro que el ánimo de todos saldrá fortalecido.

Queremos conocer con mayor profundidad las heridas de la crisis para poder informar con precisión, sensibilizar a más gente, responder a la situación o denunciar por diferentes medios el sufrimiento que está causando en las personas y las familias.

Ya hemos escuchado “en directo” a personas con dificultades provocadas por la crisis: desahucios, desempleo, etc. Ahora queremos escucharte también a ti.

Además, el grupo hemos reflexionado sobre las distintas causas de la crisis y sus consecuencias. La conclusión a la que hemos llegado es que afecta al ánimo y a las emociones de las personas, provoca baja autoestima, origina conflictos familiares, impide proyectos vitales de futuro (especialmente en los jóvenes), resta ilusión, etc. En definitiva, genera desánimo y desesperanza.

Por otra parte, hemos descubierto también que con la crisis aflora el espíritu solidario, refuerza los vínculos familiares y se recuperan valores humanos y humanizadores.

Somos conscientes de que no está en nuestras manos solucionar los problemas que padecen tantas personas, pero estamos convencidos que siendo solidarios sí podemos llevar un aliento de ESPERANZA, ser una pequeña LUZ en la oscuridad y dar un poco de SAL en el camino. Siendo solidarios recuperamos el verdadero sentido de la dignidad humana porque “practicar la solidaridad, no es un sentimiento de vaga compasión o de superficial enternecimiento por los males de tantas personas, sino la determinación firme y perseverante de conseguir el BIEN COMÚN”. Pongámonos en marcha.

Por eso te proponemos que contactes con nosotros. Puedes hacerlo:
• en el correo pastoralobrera@archivalladolid.org
• en el teléfono 670 23 22 95.

Lucha, juntos podemos, ¡adelante!

Valladolid, octubre de 2013