1 de mayo de 2013

La Pastoral Obrera recuerda a las víctimas del trabajo

El Secretariado Diocesano de Pastoral Obrera y la Hermandad Obrera de Acción Católica (HOAC) de Valladolid han organizado dos actos en los que se ha recordado a las víctimas del mundo obrero.
 
El primero tuvo lugar en la Parroquia de San Pío X, del barrio de Girón. Allí el lunes 29 de abril se celebró una Eucaristía por los trabajadores fallecidos en accidente o por enfermedad laboral y  sus familias con motivo de la Jornada Mundial de la Seguridad y la Salud Laboral del pasado 28 de abril.
Se recordó especialmente a los dos trabajadores muertos en Valladolid en el tiempo transcurrido en el año 2013, al trabajador fallecido en Guardo recientemente, a los trabajadores muertos en Bangladesh y a los afectados por la uralita, como realidades concretas que hacen visible una organización del trabajo que no está orientada a salvaguardar la vida de los obreros.


La escucha de la Palabra y el alimento del Pan supusieron una renovación del compromiso de ser agentes de vida en nuestra sociedad y en el mundo obrero, de apostar y luchar desde nuestra condición de seguidores de Jesucristo, el Obrero de Nazareth, por un trabajo para la vida.


El martes 30 de abril se celebró el segundo acto, en esta ocasión en la parroquia de Nª Sra. de La Victoria. El motivo: celebrar el 1º de mayo, festividad de San José Obrero y Día del Trabajo. El lema: Poniendo rostro y esperanza a la crisis.

Efectivamente, la crisis, que sufre especialmente el mundo obrero, tomó rostro concreto con Mauri y Paco, de Parados en Movimiento de Valladolid, y Sara y Carmen, de Stop Desahucios. El drama de la injusticia del desempleo y la pérdida de la vivienda se pusieron sobre la mesa, así como la desesperanza y apatía de esta sociedad que sigue mirando a otro lado ante tanto sufrimiento, pero también la esperanza por tantas y tantas personas que como Mauri, Paco, Sara y Carmen trabajan en el día a día porque se respeten los derechos sociales básicos y la dignidad de las personas y familias. En el diálogo se puso de manifiesto el importante papel que en estos momentos está jugando la familia como sosten y apoyo de las víctimas.

La Palabra de Dios (Lc. 10, 25-37)  descubre a los "samaritanos" que no dan un rodeo a la realidad sino que ven a los apaleados, hoy los parados y desahuciados, se compadecen y se comprometen con ellos, como los integrantes de estos dos colectivos (Parados en Movimiento y Stop Desahucios), y nos llaman a todos a implicarnos también.
 

El Señor convoca a sus seguidores a hacerse "samaritanos" y ser testigos de su amor y esperanza en medio del sufrimiento de las víctimas que la crisis está generando. Por ello, se concluyó el acto con una oración en la que en el rostro de las víctimas se hizo presente el rostro de Cristo (Mt. 25, 31 - 46) y se pidió al Padre fuerzas y acierto para ser Iglesia cercana y comprometida con ellas.