A lo largo de toda la celebración se han tenido presentes a todas las familias que están pasando por alguna dificultad: rupturas familiares, problemas sociales, convivencia conflictiva, migración, ...
Desde esta realidad se ha centrado la mirada en la Sagrada Familia de Nazareth, descubriendo una familia trabajadora y humilde que sabe también de las dificultades pero que las supera y se construye en comunión por la confianza en Dios. En palabras del párroco que presidió la celebración «es una familia que vive muy humanamente y por ello vive muy sagradamente».
Toda la celebración ha sido una llamada a estar muy atentos a todo aquello que dificulta, e incluso destruye la vida familiar, así como al agradecimiento por la gran cantidad de testimonios concretos y cercanos de familias que viven desde el amor y el servicio.
La Hermandad Obrera de Acción Católica aprovechó para presentar y animar a seguir profundizando en la riqueza que nos aporta la Sagrada Familia mediante una sencilla reflexión titulada: Y TUVIERON QUE HUIR. [Para leerla pinchar aquí]
El Equipo Parroquial de Pastoral Obrera continuará con su esfuerzo de hacer cercana a la parroquia a las familias del barrio sufren las dificultades por unas condiciones de trabajo y una cultura individualista que impiden la vida familiar.
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