Reproducimos a continuación la carta que los trabajadores de TRAGSA dirigieron al Arzobispo de Valladolid, quien recibió a una representación el pasado lunes 8 de febrero de 2016, acompañados del Director del Secretariado Diocesano de Pastoral Obrera.
D. Ricardo se mostró en todo momento cercano y comprensivo con la situación de estos trabajadores y sus familias y les expresó su apoyo.
En la carta se resume la situación en que se encuentran y nos permite hacernos una idea del dolor por el que están pasando estos trabajadores y que pudimos percibir en los rostros y en las palabras de los que acudieron a la entrevista con D. Ricardo.
Buenos
días Su Excelencia:
A
continuación le resumo nuestra situación.
Resulta
que desde octubre de 2013 estamos inmersos en un ERE, basado en muchas lagunas
e incorrecciones, éste se recurrió a los tribunales por los trabajadores, lo
que desembocó en su anulación por parte de la Audiencia Nacional en marzo de
2014.
En ese momento la dirección de la empresa recurrió al
Tribunal Supremo, resolviendo , sorpresivamente, a su favor, en octubre de
2015.
Con esta sentencia la dirección de la empresa comunicó a la
representación de los trabajadores su intención de ejecutar el ERE, comenzando
a realizarlo a finales de este año, el 30 y 31 de diciembre, y a lo largo
de estos días, la gente empezó a ser despedida, a través de burofaxes, y
muchos de ellos se enteraron por los ingresos de finiquitos que encontraban en
sus cuentas corrientes.
Ya puede ver la falta de sensibilidad incluso en la forma
de despido, y estamos hablando de trabajadores que llevan en algunos casos más
de 25 años en la empresa en diferentes cargos, tanto peones como ingenieros,
algunos con menos de dos meses para poderse jubilar con un contrato de relevo.
En este proceso de casi dos años y medio, de angustia y
sufrimiento de los trabajadores, los representantes legales de los mismos, han
ofrecido repetidamente a la dirección, todas las propuestas que fueran necesarias
para evitar el ERE. Les presentamos, tanto verbal como por escrito, que nos
repartiríamos el trabajo y bajaríamos el sueldo, para que nadie fuera despedido
y la empresa tampoco tuviera pérdidas, a pesar de que a lo largo de los años,
TRAGSA acumula unas reservas de más de 200 millones de euros, ahorrados con el
esfuerzo y trabajo de todos los que trabajan en ella.
Desde el mismo día 31, día no laborable en Tragsa, y
en una época del año en la que más del 90% de la empresa está de vacaciones, un
grupo de trabajadores inició un encierro en las oficinas que Tragsa tiene en
Valladolid, polígono San Cristobal, continuando hasta ahora.
La situación económica en estos últimos años ha
afectado a la empresa, habiendo tenido ejercicios de supuestas pérdidas, (2013
y 2014), lo que ha facilitado la aplicación del ERE, pero se da la
circunstancia que esta situación se ha revertido a finales de este año, y en
noviembre los resultados se saldaban con un balance positivo para la empresa,
pero aun así la dirección siguió con el proceso de despidos, habiendo sido
interpelado por todos los trabajadores y sindicatos para negociar, en las
mismas condiciones que se habían propuesto en las veces anteriores, negándose
en rotundo a cualquier solución que no fuera los despidos. Se puede imaginar el
desasosiego, desazón y sufrimiento de los trabajadores despedidos y de sus
familias. Incluso este fin de semana muchos trabajadores habrán estado
pendientes de sus cuentas corrientes, por si tuvieran un ingreso que coincidiera
con el importe de un despido. Una situación que no se merecen ni los
trabajadores de TRAGSA, ni cualquier otra persona
Al final nos estamos dirigiendo a todos los partidos
políticos, asociaciones, sindicatos, etc… para poder dar a conocer nuestro
problema. Cada despido es un drama, se trata en muchos casos personas
mayores, muchas incluso a punto de jubilarse, que no van encontrar ninguna
ocupación, y si la encuentran, en peores condiciones de las que estaban.
Trabajadores fundamentalmente del medio rural, que tienen más difícil si cabe
su reincorporación al mundo laboral.
Todo esto nos parece un sinsentido, entendemos que la
situación económica actual no es la mejor, y que las cosas no están tan claras
como hace unos años, pero se ha cercenado la posibilidad de diálogo, que es lo
que tiene que primar en toda sociedad.
Nos dirigimos a usted por ver si puede de alguna manera
ayudarnos,
Gracias por anticipado por su interés y esperamos su
repuesta.