14 de febrero de 2016

Carta de los trabajadores de TRAGSA al Arzobispo de Valladolid



Reproducimos a continuación la carta que los trabajadores de TRAGSA dirigieron al Arzobispo de Valladolid, quien recibió a una representación el pasado lunes 8 de febrero de 2016, acompañados del Director del Secretariado Diocesano de Pastoral Obrera.

D. Ricardo se mostró en todo momento cercano y comprensivo con la situación de estos trabajadores y sus familias y les expresó su apoyo.

En la carta se resume la situación en que se encuentran y nos permite hacernos una idea del dolor por el que están pasando estos trabajadores  y que pudimos percibir en los rostros y en las palabras de los que acudieron a la entrevista con D. Ricardo.

Buenos días Su Excelencia:


A continuación le resumo nuestra situación.
 

Resulta que desde octubre de 2013 estamos inmersos en un ERE, basado en muchas lagunas e incorrecciones, éste se recurrió a los tribunales por los trabajadores, lo que desembocó en su anulación por parte de la Audiencia Nacional en marzo de 2014.

En ese momento la dirección de la empresa recurrió al Tribunal Supremo, resolviendo , sorpresivamente, a su favor, en octubre de 2015.

Con esta sentencia la dirección de la empresa comunicó a la representación de los trabajadores su intención de ejecutar el ERE, comenzando a realizarlo a finales de este año, el 30 y 31  de diciembre, y a lo largo de estos días,  la gente empezó a ser despedida, a través de burofaxes, y muchos de ellos se enteraron por los ingresos de finiquitos que encontraban en sus cuentas corrientes.  

Ya puede ver la falta de sensibilidad incluso en la forma de despido, y estamos hablando de trabajadores que llevan en algunos casos más de 25 años en la empresa en diferentes cargos, tanto peones como ingenieros, algunos con menos de dos meses para poderse jubilar con un contrato de relevo.

En este proceso de casi dos años y medio, de angustia y sufrimiento de los trabajadores, los representantes legales de los mismos, han ofrecido repetidamente a la dirección, todas las propuestas que fueran necesarias para evitar el ERE. Les presentamos, tanto verbal como por escrito, que nos repartiríamos el trabajo y bajaríamos el sueldo, para que nadie fuera despedido y la empresa tampoco tuviera pérdidas, a pesar de que a lo largo de los años, TRAGSA acumula unas reservas de más de 200 millones de euros, ahorrados con el esfuerzo y trabajo de todos los que trabajan en ella.

 Desde el mismo día 31, día no laborable en Tragsa, y en una época del año en la que más del 90% de la empresa está de vacaciones, un grupo de trabajadores inició un encierro en las oficinas que Tragsa tiene en Valladolid, polígono San Cristobal, continuando hasta ahora.

 La situación económica en estos últimos años ha afectado a la empresa, habiendo tenido ejercicios de supuestas pérdidas, (2013 y 2014), lo que ha facilitado la aplicación del ERE, pero se da la circunstancia que esta situación se ha revertido a finales de este año, y en noviembre los resultados se saldaban con un balance positivo para la empresa, pero aun así la dirección siguió con el proceso de despidos, habiendo sido interpelado por todos los trabajadores y sindicatos para negociar, en las mismas condiciones que se habían propuesto en las veces anteriores, negándose en rotundo a cualquier solución que no fuera los despidos. Se puede imaginar el desasosiego, desazón y sufrimiento de los trabajadores despedidos y de sus familias.  Incluso este fin de semana muchos trabajadores habrán estado pendientes de sus cuentas corrientes, por si tuvieran un ingreso que coincidiera con el importe de un despido. Una situación que no se merecen ni los trabajadores de TRAGSA, ni cualquier otra persona

Al final nos estamos dirigiendo a todos los partidos políticos, asociaciones, sindicatos, etc… para poder dar a conocer nuestro problema. Cada despido es un drama,  se trata en muchos casos personas mayores, muchas incluso a punto de jubilarse, que no van encontrar ninguna ocupación, y si la encuentran, en peores condiciones de las que estaban. Trabajadores fundamentalmente del medio rural, que tienen más difícil si cabe su reincorporación al mundo laboral.

 Todo esto nos parece un sinsentido, entendemos que la situación económica actual no es la mejor, y que las cosas no están tan claras como hace unos años, pero se ha cercenado la posibilidad de diálogo, que es lo que tiene que primar en toda sociedad.

Nos dirigimos a usted por ver si puede de alguna manera ayudarnos,


Gracias por anticipado por su interés y esperamos su repuesta.